Friday, July 18, 2008

En la calle

Si por la tarde se me diera por salir a caminar por las cuadras de mi barrio, ya sé por cual calle, y por cual casa en particular, quisiera pasar. No es que con el tiempo que ha pasado, desde que Él me dejó ir, no haya encontrado otras casas más lindas, otras cuadras más interesantes u otroas esquinas más iluminadas, pero hay algo en particular que me hace pasar, caminando o en auto, y ver si está.

Ah, pero entonces paso a ver si está. No se si es la casa en sí, no se si es Él o si soy yo. En todos estos meses que estuve aprovechando la soltería para estudiar y trabajar (y no para salir y conocer nuevos chicos y enamorarme nuevamente) no salí ni una vez a recorrer las calles de mi barrio, porque se que voy a pasar por su casa y me va a ver y voy a tener que saludarlo. No me molesta verlo, pero no quiero que me vea. No quiero que refuerce su decisión de haberme dejado ir, no quiero que se sienta más seguro de sí mismo. 

Al principio creí que el dolor me iba a durar poco, que unos largos mates escuchando Alanis, o escuchando a Alanis y dibujando, o ver algún musical como Moulin Rouge, me iban a permiter hacer el duelo que merece la relación. Pensaba que iban a ser días, y fueron meses, largos meses que se van a convertir pronto en un año. Un año para llorar una relación que me duró solamente 3 meses. Matemáticamente es ilógico, pero vos y yo sabemos que el corazón nunca lo es. 

1 comment:

Anonymous said...

Me encantó tu nuevo blog, lo encontré de casualidad en las búsquedas!

Coincido con vos, el conorazón nunca es lógico... A veces creemos que sabemos como nos sentimos, pero le preguntamos al órgano equivado...

Mucha suerte!!

Sabri.